En una época en la que la globalización está estandarizando la economía,
llegando a alcanzar incluso el mundo del arte y del deporte, la esencia
de los valores humanos es más importante que nunca. Esta es la visión
compartida por Pascal Raffy y Vicente del Bosque, y también constituye
la base de su amistad. Ambos lo demuestran en sus respectivas
actividades, adoptando una visión a largo plazo que coloca al hombre y
su saber hacer en el centro de cada una de sus acciones.
Acostumbrado a elegir lo mejor, Vicente del Bosque deposita su confianza en la Maison BOVET 1822.
Tras haber ganado el Mundial de 2010 con un Cronógrafo SPORTSTER
SAGUARO en la muñeca, fue un Cronógrafo CAMBIANO el encargado de
acompañarle en la Eurocopa 2012, contando con precisión infalible cada
segundo de la competición hasta el triunfo final.
Por lo tanto era
natural que Pascal Raffy quisiera presentar su equipo de BOVET 1822 y
DIMIER 1738 al seleccionador español, invitándole a visitar la
Manufactura DIMIER 1738 en Tramelan y los talleres del Castillo de
Môtiers. Vicente del Bosque tuvo la oportunidad de conocer de cerca el
trabajo de los maestros relojeros y ser introducido en las técnicas de
la alta relojería y del grabado artesanal.
Abrumado por la cantidad
de conocimientos y habilidades diferentes que descubrió durante su
visita, el entrenador, uno de los mejores del mundo (el primero y único
en la historia en ganar los tres títulos más importantes: Mundial,
Eurocopa y Liga de Campeones) comprendió que en el mundo de la Alta
Relojería, así como en el deporte, la excelencia sólo se puede lograr a
través del respeto por los valores humanos y una larga experiencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario